jueves, 28 de febrero de 2013

Capítulo 3: Cóndor Transglobal

                                                             Mientras en casa de Christine...                                                 




No me puedo creer lo que veo, ¿Por qué cada vez que hay una chica siempre está el número de telefono del petardo, acaparador, analfabeto y animal de André Castillo? Este desgraciado lleva desde la secundaria fastidiándome los ligues, y ahora que encuentro números de teléfono importantes para poder encontrar la pista de Christine, aparece el de este tío, lo peor de todo es que ya he llamado a todos los demás y ninguno sabe nada, y por mas asco que le tenga es mi última esperanza para averiguar algo, en fin...-marco su número, me da el tono de llamada-.

André: Hola mi vida, por fín podemos hablar...
Yo: ¿Mi vida? Pensaba que eras mas macho André... -tengo un descojono interno mortal-.
André: ...¿Quién eres tú? Tu voz me es familiar...
Yo: Mira que eres retrasado, un segundo más y naces burro, Jorn Allen al habla viejo "amigo".
André: ¿¿QUÉ DEMONIOS HACES TU EN CASA DE CHRISTINE?? -juraría que me llegaron sus escupitajos al gritar, y eso que hablamos por teléfono-.
Yo: Ahora mismo no hay tiempo para discutir eso, cállate y escucha: La han secuestrado, y creo que esto tiene que ver con una estatua que me entregó, si sabes cualquier dato por favor, habla.
André: Eres un buscalíos, siempre igual, pues resulta que estás de suerte, pero mejor hablemos de esto a la cara, dejate ver esta tarde en el Rothmann's a las 6. -cuelga sin mediar más palabra, mas te vale que aparezcas hijo de...-.



                                                                  Esa tarde...



Llego al café, está vacio, normal...a las 6 de la tarde está todo el mundo trabajando, y no hay rastro de Castillo, o aparece o me aseguro de esconder su cadaver.
Decido pedirme un café en lo que aparece, mientras veo como en el televisor ponen un partido de fútbol americano, juegan los Green Bay Packers contra los New England Patriots, un partidazo, a ver si los Packers les dan su merecido...-y justo en ese momento entra por la puerta, con su aire de superioridad tan típico de los ignorantes, mi querido André, a ver que tiene que decir...-

Andre: Bueno buenooo, esta si que ha sido una sorpresa Jorn, ¿En que lios has metido a Christine? Empieza a hablar...
Yo: ¿Lios? Ha sido ella quien me entregó esa estatua, yo no tengo ni idea de nada, ni por qué le han hecho eso, ni nada, tu me dijiste que sabes algo, empieza a hablar tu.
Andre: Bueno, esa estatua la conseguí en Quaramonte, Perú, la encontré en una excavación, me dejó perplejo su forma, luego, más tarde, encontré una muy parecida, me pareció curioso, asi que volví con ellas, pero antes de volver, un hombre de allí, me dijo que tuviera cuidado con esas estatuas, traen el mal y la muerte, no soy una persona supersticiosa, asi que no hice mucho caso, y me las traje, al llegar quise investigar un poco sobre ellas, pero no encontré nada sobre ellas, asi que llamé a Christine con la esperanza de que ella pudiese averiguar algo, ella tampoco consiguió nada, asi que me pidió una de ellas para llevársela a un experto en la materia, que por lo que veo eres tu, la otra esta aquí conmigo -la muestra-.
Yo: Mejor dámela André, en mis manos estará mas segura, podrían ir a por ti también, y por muy mal que me caigas no quiero que tu muerte pese sobre mi cabeza, si alguien tiene que matarte ese seré yo por todo lo que ya sabes.
André: JA-JA-JA, te crees muy gracioso...no debería dartela, pero si ello significa que puedas averiguar que es lo que pasa y rescatar a Christine, pues toma, pero ten mucho cuidado...una cosa más, conozco a alguien que podría ayudarte, tiene una galería de arte sudamericano, una vez al mes le llega mercancía de esos paises, se la trae la empresa de un tal Karzac, la empresa se llama Cóndor Transglobal, deberias visitarla, es la Galería Glease, no esta lejos, y podría aportarte alguna pista.
Yo: Si lo que me dices es verdad, quizá pueda estar cerca de entender el misterio, gracias André, ten mucho cuidado.
André: Adiós Jorn, mucha suerte...


-¿Y si ese Karzac tuviese algo que ver? No se, es descabellado y lógico a la vez, pero bueno, no voy a hacer juicios aún, mañana temprano iré a esa galería, no pierdo nada, quién sabe...aqui hay demasiadas cosas raras-

martes, 12 de febrero de 2013

Capítulo 2: Se desata el infierno

Yo: -Christine, despierta, ya estamos llegando a Richmond y tienes que decirme donde vives, Christiiiiine, abre los ojos, se que estas cansada, pero yo no soy adivino...
Ella: -Mmmmmm? ¡¡¡¡AI MADRE!!!!!, me he quedado dormida, que verguenzaa.
Yo: -Jajajajaj, no es nada mujer, se te veia agotada, dime donde vives.
Ella: -Dos calles mas adelante, gira a la izquierda, vas a ver una casa marrón con un porche y una verja, ahí es, muchas gracias, de verdad, me gustaría que pudiésemos quedar otro día, creo que deberíamos averiguar que hay con esa estatua.
Yo: -Así es, sea cual sea hay que averiguár que diablos ocurre aqui, y porqué habia alguien espiando, puede suceder cualquier cosa, toma mi número...que descanses Christine, ya nos veremos, buenas noches, un placer conocerte. 
Ella: -Igualmente Jorn, me has caido bién, averiguaremos lo que hay aquí, hasta la proxima, y gracias otra vez... -se baja del coche, y camina unos pasos hasta la verja de su casa, hay que reconocer que tiene buenas piernas la jodía...-

Y yo doy la vuelta y continúo mi camino hacia mi casa, me rugen las tripas, espero que Tayron no le haya dado por ir a la cocina, no lo conozco ni nada al glotón ese...

Hogar dulce hogar, me encanta el momento que aparco el coche en el garaje, es una liberación increible, entro en casa, y Tayron se me tira encima...me recuerda a Dino de los picapiedra, solo que mas sutil.

Me he pegado una buena cena, pero estoy agotadísimo, no quiero ni ver la tele, me largo a la cama, mañana sera otro dia...además, los Martes siempre es mi día libre, ya veré en que aprovecho mi tiempo...

                                                          Mártes, 10 de la mañana.

Me despierto con un mal presagio...desde ayer todo son sensaciones raras, ¿Será esa estatua, o quiza esa pelirroja? Puff, mejor me lavo la cara, y me visto para ir a dar una vuelta, tengo que despejarme...

Tras la rutina mañanera, me dispongo a darme un paseo por Glen Park, que esta a dos pasos de mi casa, y en camino recibo una llamada, OH NO...es Christine, a ver que querrá...-creo que hice mal en darle mi número de teléfono-

Yo: -Christine, ¿que tal?
Ella: -Perdona que sea brusca, no hay tiempo para conversar Jorn, es sobre la estatua, he averiguado algo, resulta que...OIGAN, ¿PERO QUIENES SON USTEDES? SOCORROOOOOOOOO -se cuelga la llamada-
Yo: -Christine...CHRISTINE...¡¡¡¡CHRISTINE!!!!! PERO QUE DIABLOS, VOY A SU CASA AHORA MISMO.

Cojo mi coche y salgo disparado como si el diablo me llevara hasta su casa, al llegar, veo su verja abierta y su puerta medio abierta, ¿Qué diablos ha pasado aquí? Decido a entrar a investigar, no hay nadie, que misterio...ni siquiera hay señales de lucha, es como si no hubiese pasado nada, pero la escuché gritar, alguien habia aqui...madre de diós...

-De buenas a primeras, sin que me diera tiempo a verlo, aparece alguien por la espalda, no me dio tiempo para mucho, solo vi que tenia el pelo largo, moreno, y con cara de indígena sudamericano, y es lo último que vi, me dio un porrazo en la cabeza y perdí el conocimiento, al rato me despierta un intenso calor...¿Qué ha pasado?-

Al abrir bien los ojos, esta mi cuarto cerrado bajo llave, en llamas, y por si teníamos poco, me han dejado a solas con una serpiente, y yo estoy atado a una silla, vamos muy bien...-empieza a acercarse el maldito reptil este, o hago algo rapido dentro de lo poco que puedo hacer o voy a ser un apetecible menú, no es momento de pensar en pelirrojas, en ese momento veo que la estantería que hay a mi lado esta sujeta por un tablón de madera, y esta estantería esta a la altura de la serpiente, o lo hago o muero, que me perdonen los de la protectora de animales, pero es o ella o yo-

Empujo con mi pierna el tablón esperando que pase algo, la estantería cede, y cae encima del bicharraco, muerte instantánea, uff, un escollo menos, ahora tengo que desatarme, por fortuna hay un soporte que estaba clavado a la estantería, que podria servir, es afilado...me acerco, y con sumo cuidado veo que funciona, uff, ya estoy libre, ahora hay que apagar ese fuego...por suerte hay un extintor a mano, asi que lo uso y apago esa llamarada, con todo mas calmado, me dispongo a buscar una llave que me abra camino hacia la libertad...rastreo todos los armarios y cajones, hasta que veo una vasija...no hay tiempo para sutilezas, la reviento contra el piso, y aparece una llave, ¿Funcionará? Todo es probar...ALELUYA, se abre el cuarto, ya soy libre, me largo de aquí, creo que es hora de enterarme qué diablos pasa aquí, y qué han hecho con Christine, si esto tiene que ver con la estatua, me temo que esto es el principio de un largo viaje que sabe diós donde terminará...

Empiezo a examinár bien la casa, asegurándome de no encontrarme a mas melenudos con mala leche, no hay nadie, a ver si hay algun papel o cualquier cosa, encuentro una nota, escrita por ella, dice esto:

"Empieza a darme miedo, creo que he descubierto mas de lo que debía, ahora temo que ellos empiecen a perseguirme, estos fanáticos no retroceden ante nada, la sangre llama a la sangre, tengo que tener sumo cuidado a partir de ahora..."

¿Pero qué coño significa esto? Empiezo a entender que efectivamente esta estatua tiene algo que ver, si hubiera alguien que supiera algo...-y justo en ese instante veo una lista de nñumeros de telefono, quiza puedan ayudarme, tengo que llamarles, aunque no sepan quien soy, lo mismo me da, hay que averiguar que han hecho con Christine, dónde esta, y si la tienen secuestrada, liberarla y llegar al fondo de la cuestion...empiezo a marcar...-

                                                           "Mientras en un lugar desconocido"

Desconocido: -Ya basta de tus juegos Marsden, dime que has hecho con mi estatua.
Christine: -Siempre eres el mismo, pense que solo te dedicabas al trafico de droga, no entiendo que valor tiene esa estatua para tí...
Desconocido: -Se acabó, estoy harto...-amordaza a Christine- Mañana temprano volveré, y entonces o hablas o hare que Huaco -su matón a sueldo, el que noqueó a Jorn- te haga hablar por la fuerza, tu eliges...






sábado, 9 de febrero de 2013

Capítulo 1: ¿Un día cualquiera?

Es Lunes, amanece, anoche olvide poner el despertador, pero no importa, para eso estan los rayos de sol de frente que como de costumbre, me ciegan, puff madre mia, estoy fatal, anoche sali con unos amigos a tomarnos unas cervezas y creo que tomé alguna mas de la cuenta, que dolor de cabeza por dios...33 años y aun viviendo como un chiquillo, tengo que dejar de una vez este modo de vida, el cuerpo ya no responde igual...

Como siempre, me preparo el desayuno y Tayron, mi campeón -un pastor aleman de 2 años al que quiero como nadie- viene a mi encuentro a saludarme y a traerme el periódico, a veces pienso en los pobres chavales que tienen que pegarse el madrugón para repartir la dichosa prensa, total, para lo que tienen que decir, uno solo lee la maldita "politica del miedo", como desearia que nos dejaran a todos tranquilos viviendo en paz y sosiego, en fin, mundo de locos.

Despues de desayunar toca afeitarse y un buen baño, creo que para espabilarme mientras me ducho pondre un disco de mi ídolo, el gran bluesman Stevie Ray Vaughan, que forma de tocar y que sentimiento... ¡Levanta a un muerto amigo!

Ya con las energias recobradas y la resaca prácticamente desaparecidas, me dispongo a vestirme para irme al trabajo, soy arqueólogo y conservador en el Museo Nacional de Arte Sud-Centroamericano Pre-colombino, en otras palabras, soy el guardián de muchos objetos relacionados con las culturas Mayas, Incas, Aztecas y tribus menores, los cuales tienen un valor historico incalculable, si todo eso se perdiera puff, creo que el mundo ignora lo valioso de lo que crearon esas civilizaciones...

Bueno, sentimentalismos aparte, me dispongo a coger las llaves de mi viejo Chevrolet Camaro SS de 1968, una reliquia que me dio mi padre al cumplir los 18, el cual restauré, y esta como nuevo, es toda una experiencia conducir una joya de estas, piso el acelerador y rumbo a la autopista, me esperan unos cuántos Km hasta el museo...y justo al entrar en la autopista, me invade una sensacion extraña, como si algo rarete me espera al llegar alli, en fin, no hago mucho caso y sigo mi camino.

Llego al aparcamiento del curro, solo hay un sitio libre y veo que la arpía de Mrs. Johnson, -la secretaria, una cincuentona menopáusica amargada que no te pone una buena cara ni pidiendoselo de rodillas- Lo quiere para ella, asi que pego un acelerón y clavo mi maquina a la altura del hueco libre, lo cual seguramente habrá enfurecido a la cacatúa esta, pero como os estaréis imaginando...lo mismo me da -me descojono de lo lindo de ella al ver su cara-. 
Ya en mi oficina, compruebo que no hay mucho trabajo por hoy, lo cual agradezco, dadas las circunstancias en las que desperté, como para no, entonces aparece Mrs. Amargada -ya sabeis quien- y pensando que iba a acordarse de toda mi familia, solo me dice que tengo una llamada de una mujer que pregunta insistentemente por mi -¿Algun ligue de borracheras que quiera saldar cuentas? Dios mio, miedo tengo...-
Pero por suerte no, se trataba de una tal Christine Marsden, por su voz diria que mas o menos es de mi edad, al parecer dice tener un objeto que podría interesarme para el museo, y como soy el único que ha estado en excavaciones y sabe del tema, pues decido quedar con ella esta noche a las 9 en un cafe cerca de aqui, a ver que tiene para mi...


Se hace la hora, y parto hacia el Cafe Rothmann's, mas que un cafe parece el tipico bar Escocés, muy comodo, con grandes sofás y pareces entre mesa y mesa, lo cual garantiza un poco de intimidad, lo cual es de agradecer, cualquiera sabe. En ese momento recibo un SMS de Christine, diciendo que ya estaba llegando, que cuando entrara notaria que era ella, y creedme, vaya que si lo noté...
Era una pedazo de pelirroja natural, de ojos claros, gafas negras, pelo recogido, traje de secretaria -que buena esta por dios...a ver como diablos hago para que no se note lo cachondo que me ha puesto nada mas aparecer-
Me saluda, muy formal -yo ya estaba derritiendome- y nos sentamos, nos pedimos dos cafés largos, y en lo que nos los sirven empezamos a hablar.


-Ella: He oido que usted es un gran arqueólogo, especializado en las culturas americanas antiguas, ¿És así?
-Yo: Efectivamente señorita Marsden -me para: Llámame Christine, sin problema ninguno señor Allen, le devuelvo lo mismo: Jorn, llámame Jorn- estas culturas han sido una de mis grandes pasiones desde que era un crío, hé dedicado gran parte de mi vida a estudiarlas, asi que si, podriamos decir que estoy especializado en ello -en ese instante el camarero nos sirve los cafés-.
-Ella: Entonces quiza este objeto pueda servirle de interés -saca de su bolso un paquete, lo pone en la mesa, lo desempaqueto, y veo que es una estatua, toda la pinta que es Azteca, de obsidiana, como de una figura demoníaca sonriendo como si su mal se estuviera consumando, ellos hacian muchos grabados en obsidiana, la voy a poner hacia la luz a ver si aparecia algo mas y me golpea el brazo, me quedo pasmado- Disculpa por ser tan brusca, intenta no enseñarla mucho, tengo sospechas de que hay mas gente que anda detrás de esta estatua, no se con que intenciones ni que significado tiene, pero algo hay aqui, no es que sea supersticiosa, pero da que pensar.
-Yo: Tranquila, no pasa nada, se te ve nerviosa, trata de calmarte, si aqui hay algo, averiguaré que es -empieza a llover y veo a alguien detras de la ventana que desde que lo miro sale corriendo- ¿Quién era ese? parece que nos estaba espiando...
-Ella: Bah, no le des importancia, bueno, se hace tarde, debo irme, te doy la estatua, guardala con tu vida, cualquier cosa que necesites aqui tienes mi tarjeta.

-Yo: Espera, ¿En donde vives? ¿Tienes coche?
-Ella: -suspirando- No, y vaya lluvia que cae, vivo en Richmond Boulevard -la miro con ojos grandes-
-Yo: Eso esta a 10 minutos de mi casa, y con esta lluvia...ven conmigo que te llevo, asi podremos hablar algo mas -me mira con ojos brillantes, parece que esta a punto de tirarse encima...mejor que no lo haga, que con lo que me pone se me va a notar lo que no quiero que se note...-
-Ella: Em...muchísimas gracias, de verdad, no se como agradecertelo
-Yo: No es nada, venga, voy a pagar, invito yo.


Salimos disparados hacia el coche, nos montamos, y salimos, se le ve cansada, hasta el punto que se queda dormida en el coche, es tarde, lo entiendo...mientras no paro de pensar que habrá en esa estatua, creo que esa sensacion rara de esta tarde estaba justificada...en fin, cuando llegue a casa a descansar, y mañana será otro día para comenzar a investigar...

¿Sabéis que es lo bueno de tener a una tía buena frita en el coche? Que puedes observarla y contemplar lo lindas que son las chicas cuando estan asi, a uno le dan ganas de parar y comenzar a acariciarla...¡Pero que diablos pienso! Mejor seguir conduciendo, ya se vera, creo que no sera la ultima vez que nos veamos...

Prólogo

Amanece, como cualquier día, 7 de la mañana, los rayos del sol entraban por los postigos de mi cuarto recordandome que por muy a gusto que se este en la cama, tenia que irme a trabajar al museo, como cada día desde hace 4 años, todo aparentaba ser normal, o casi todo...

Nunca imaginaría en el lío en el que iba a meterme, o en el que me habian metido desde el día que nací, depende de como se mire, desde entonces odio los días normales.

Aún me pregunto si esto fué una visión, una pesadilla, algo que me puso la camarera en el cafe esa mañana o que demonios...lo unico que se, es que la próxima vez que alguien quiera entregarme un objeto antíguo para el museo, me lo pensaré dos veces antes de aceptarlo.

Mi nombre es Jorn Allen, y este fué mi viaje...